jueves, julio 21, 2005

Malditas tiendas de moda....

Hoy es uno de esos dias (diria Mafalda) en lo que lo malo de uno son los demás:
Pues resulta que soy el feliz poseedor de una tarjeta departamental de una bonita tienda que se encarga de proveer remedos de "prendas de vestir ultra-fashion"; debo reconocer que soy dueño de ella no por mí, sino porque mi hermosa compañera de vida es una usuaria desenfrenada de cualquier plástico, sí amiguito.... las colecciona cual si album de estampas de RBD se tratase (ese es otro de sus vicios, pero es tema de otro larguiiiisimo post....)
En fin les comentaba que ultimamente tuve a bien el gusto de regalarle a la hermosa manceba que tengo por esposa, unas cuantas prendas, pagando con la tarjeta de dicha empresa (omito señas particulares pero sus iniciales son C y A),y como ciudadano correcto y temeroso de problemas financieros como soy, realicé el pago en la institucion bancaria que la empresa de marras me indicó como receptora afable de mis cuotas (que mamila me levanté hoy): carajo, pues para no hacerles el cuento largo resulta que esos hijos de la gran p.ta no recibieron del banco mi pago y han llamado indefectiblemente (sigo de mamila) por telefono TODOS los dias a partir de mi fecha de corte ; esto no es lo mas cagante, sino que al comunicarme con la empresita comemierda esta (por cierto con prendas de diseño que la unica diferencia con las que venden en Aurrera es una etiqueta que diga "Marisol" y el precio), me dicen que han hecho la rectificacion del pago, pero que (voz de taradita atiende-cliente)
- No le prometo que las llamadas cesen, para esto tendria que hacer su siguiente pago inmediato, o sea antes de su proxima fecha de corte, o sea ya, o si no las llamadas cesaran hasta el 28 de julio. Pues no dependen de este departamento, sino de cobranza.
O sea que:
1. Debo pagar por SU error.
2. Seguiran llamandome, a pesar de que les demostre que el pago se hizo en tiempo y forma.
3. Les vale madre la calidad de la atencion al cliente. (Para que vean que no nada mas nosotros los burocratas.
4. La empleadita recordo a la mujer que le dió la vida aun no siendo el dia de hoy diez de mayo. (Lo reconozco, tengo mal caracter).
Resultado: Una tarjeta más que se va por el retrete, un retrete tapado y, una joven trabajadora que -probablemente- le tuvieron que pasar la caja de kleenex.


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