Gracias, pero no...

Ultimamente leo en algunos blogs (entre ellos el del sudaquita pendejo, al cual no me molestaré en linkear), la triste historia de los españolitos detenidos, vejados y, creo, deportados; ésta trágica historia sería para mi indignante si no me hubiese puesto a meditar que en ocasiones la actitud de la mayoria de los extranjeros que van a otro país a inmiscuirse en asuntos varios (llámese ecología, política, educación, etc.) casi siempre va aparejada de un tanto de conmiseración hacia aquellos habitantes del país que visitan, se miran a si mismos como redentores, como aquellos que llevan la salvación a los pobres inditos que no han tenido la suerte de nacer en sus muy civilizados países; y los miro y me recuerdan a esos niños mimados que han nacido con todo en casa, entre pañales de seda, que para acallar sus conciencias, juntan juguetitos de 10 pesos para llevar a los niños pobres en Navidad, - tengan mendrugos, tengan, ustedes no tienen la culpa de haber nacido salvajes, pero para eso estamos nosotros, les traemos muchas cosas buenas, entre ellas civilización,
Gracias, pero no los necesitamos, si quieren venir aca a vivir entre nosotros, trabajar hombro con hombro, comer del mismo plato, indignarse por nuestra injusticia diaria, sean bienvenidos, pero si vienen a tours mesianicos, a salvarnos de nosotros mismos y sentirse mas buenos por ayudar a unos pobres inditos, y acallar su mal lavada conciencia, mejor recojan perros o luchen por los derechos de las plantas allá en su patria,